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miércoles, 9 de diciembre de 2015

Mi oscuro Ente

Soy ese ente astral que aflora en la sombra del ocaso y se marchita al vislumbrar los rayos de la primera luz del alba, arropado por pesadillas y los más profundos temores, protegido por espinas de inefable tamaño, alimentado por lágrimas de amargura y desesperación, ahogado en sonidos ominosos y melodías disonantes que mi propia voz compone al alzarse libre de mi putrefacta boca y mugrientos labios consumidos tras efímeros eónes por melancolía y tristeza.

Observo la oscuridad desde mis cuencas vacías, donde la nada habita y mira rancia-mente a todo ser que se oculte en su escarpado agujero huyendo ante su imponente presencia. Hubo un tiempo en el que verdaderos ojos convivían en armonía con el resto de mis componentes, como también hubo un tiempo en el que mi alma se aferraba a lúdicas esperanzas en mi interior, sendas partes que antes me conformaban huyeron despavoridas ante el encuentro fortuito con las verdaderas intenciones de mi ardiente corazón  consumido ya por exacerbadas llamas que sucumben  a su metamorfosis convirtiéndose en ceniza desprendiéndose de su calor y helando todo cuanto protegían, rompiendo la cadena y permitiendo a los eslabones vagar moribundos pues han olvidado su función. El circulo vicioso crece hasta convertirse en infinito como la soledad que me acuna en mi funesta tumba de incertidumbre ante la entelequia de mi vida, una vida en penumbras, una vida de olvido, una vida sin muerte.

Y así soy yo un ente, que padecerá la penuria de su elocuente mente. Mientras la luz no me roce la oscuridad seguirá impidiendo que me me marchite y pueda mudar de ser, jamas podre recobrar la esencia de lo que era la verdadera existencia a la que anhelo volver.

domingo, 4 de octubre de 2015

El sueño de una pesadilla

Y de repente todo se desata. Una erupción solar incontrolable por una fuerza finita que no ha tenido tiempo de reacción, el caos se abre camino y nada puede impedírselo, consumirá la esencia de la vida y dará caza a las almas etéreas como cañas de bambú ante un tifón que las acecha. Se creara un arrebol eterno que arropara  al mundo con su espantosa hermosura, una belleza inefable por ninguna lengua, un estado de limerencia que consumirá la razón de los hombre, dando paso a sus instintos más primitivos...a sus instintos más puros, la humanidad perderá la lengua y los dientes, jamas podremos volver a hablar con elocuencia, la luz inundara nuestras pupilas y nunca mas volveremos a ver la noche, todo lo tangible se hará ceniza al mas mínimo roce con lo que un día fue la piel en la que nos escondimos y ocultamos un asustadizo recuerdo de lucidez mental que nos permitía llamar a nuestra existencia vida. Hemos cambiado el sonido de la risa por el llanto, el de la dicha por la desesperación...todo lo melifluo se ha vuelto ominoso.
¿Los escuchas? Los gritos del fuego, que no cesan. Se manifiestan en forma de llamas que todo lo cubren, proporcionándonos un momento de sorpresiva revelación del dolor.
Los astros nos han traicionado, el universo nos ha fallado. Se han tornado los ciclos, convirtiendo a la mariposa en gusano y al nacimiento en muerte. Nada crecerá de nuevo, pues la vida tan poderosa como es no puede hacer frente al poder de una estrella, una estrella capaz de crear una belleza inmarcesible ante nada que no sea su propia furia. Una furia desmesurada, que consume lunas y evapora océanos en segundos. Un poder capaz de desatar al caos, de liberar al destructor de mundos, al recolector de sueños y encargado de convertirlos en pesadillas. Al  causante de la muerte de una semilla de esperanza que nunca germinará.

martes, 28 de abril de 2015

Lúgubre silencio

Madera intangible, papel de seda y tinta de lagrimas. De nuevo me hallo sentado, dando uso a materiales inusualmente raros, extraños, únicos.
Cascadas de folios se postran ante mí, pidiéndome que les de uso, de nuevo.
Hacia tiempo que no transitaba los caminos blancos de la imaginación, que no usaba el lienzo del dolor y el desamparo. No había sido capaz, no desde que ella desapareció, dejando un eco de silencio infinito, imperceptible por todos menos por mi.
He vagado sordo, ciego y mudo desde entonces. Confinándome en los más oscuros callejones, intentando eludir la triste realidad de su marcha. Ni siquiera puede despedirme y eso es lo que más me aflige. Como un dolor de estomago que crees que va a deshacerte por dentro , como el suplicio de una muerte lenta ahogado por tu propia desdicha. Consumido por las llamas del arrepentimiento, convirtiéndome en polvo y nada más.
El murmullo de un animal sin nombre, al que por su forma apode vida me despertó. Resurgí de mi letargo y renací cual Fénix.
Todo a mi alrededor había dado un severo cambio, me encontraba anonadado en un dilema difícil de explicar.
Los murmullos seguían y yo recobraba el conocimiento, el silencio cesaba y las voces se introducían de golpe en mi cabeza...empezaba a recordar, la recordaba a ella, la añoro y la extraño con todo mi ser y toda mi alma.
Era tan bella, una sublime perfección de la incierta naturaleza, toda ella rebosaba una apasionante vitalidad, su simple mirada me proporcionaba un inmenso placer, una felicidad inalcanzable para aquellos que jamas hallan sabido de su existencia. Un segundo a su lado superaba con creces una eternidad en el paraíso, una vida con ella se asemejaba a la gloria del infinito regocijo del nacimiento del todo, pero ante ella todo eso  se quedaba muy corto, su vida conformaba todo mi mundo y yo crecía a su alrededor.
La echo de menos, echo de menos el calor que desprendía su cuerpo, un calor que descongelaba incluso un corazón tan frío como el mío.
Pero hoy es el día de dejar atrás el pasado, aunque duela. Hoy es el día de esculpir un puente hacia la luz del mañana. Por eso me despido, le escribo esta carta a la nada, para que se pierda contigo.
Tu figura se ha olvidado en el ayer, pero tu recuerdo estará siempre clavado en mi ser, incrustado en mi corazón...por siempre jamás mi amor


jueves, 12 de marzo de 2015

Un mundo de sonidos

Todo lo ve de un blanco pálido, ciego de nacimiento. Jamás podrá experimentar el color de la vida, ni su forma. Su percepción del mundo, no es menos real que la nuestra. Es simplemente distinta, se trata de un chico introvertido. Incapaz de decir una frase, sin perder el sentido del mensaje que quiere y no puede transmitir. Las palabras no son para él, qué puede depararle la vida a un pobre niño autista como aquel. Un ser desamparado, con el don de sentirlo todo, y la maldición de no poder expresar nada...al menos no del modo convencional. Pues posee un talento especial, transmitir con música lo que no se puede decir con palabras. Sí, es un pequeño savant. Un síndrome poco corriente, que solo unos pocos elegidos. Pueden desarrollar por azar, pero él lo trajo con sigo. Desde el día en que nació, un músico savant. El trágico pianista, como algunos lo llaman. Jamás ha visto el instrumento, no percibe su forma, ni su color. Ni el destello de luz que refleja, cuando los focos lo iluminan. Él percibe algo distinto a todo eso, percibe el sonido. Sonido que crea a partir de unas teclas, hechas a la medida de todo el mundo, menos la suya. Sin haber podido leer partitura alguna, no interpreta a ningún músico. Solo transmite lo que siente, con una melodía agradable, melancólica, triste y sempiterna. Que se clava en tu corazón, y lo envenena con su amor. Tal vez carezca de algunos sentidos, pero los suple. Con su gran sentido del afecto, y del cariño, que transmite en sus canciones. La aventura de su vida, no se asemeja en nada a la de las personas corrientes. Él se sumerge en un mundo de fantasía, la fantasía del sonido. Un mundo distinto, un mundo para él. Compuesto a partir de las más bellas melodías. Siento como quiere que vaya, ojala pudiera ir allí. Solo puedo imaginármelo, con las historias que de alguna forma. Narra sin palabras, él ha encontrado su sitio. Su espacio en el universo, un lugar donde puede ser él...allí es libre.

sábado, 7 de marzo de 2015

Mis fantasmas


Sombras, que me acarician y me atormentan. Que nadan en mi mente, y susurran a mi oído. Atemorizando mi existencia, enfriando mi conciencia. Atacando mi ser, susurran, susurran cosas. Un escalofrío recorre mi espina dorsal, lentamente hasta llegar a mi nuca. Y con una leve descarga, se introduce en mi cerebro. Conectando pensamientos, pensamientos oscuros.  Que me aterran, intento resistirme. Pero en el fondo, cada vez me siento más cómodo. Lo acepto, es una sensación placentera y única. Penetran en lo más recóndito de mi ser, fluyen en mi interior. Me dicen que actúe, siento que no puedo controlarlas. Toman posesión de mi cuerpo, y perturban mi alma. Soy suyo, e desistido al encanto de lo desconocido. A la magia de lo extraño, me adentro en ellas y desaparezco. Ahora soy un alma errante en la oscuridad.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El idioma del alma

Me postro ante él y le miro atentamente, el corazón me late lentamente. Y el mundo guarda silencio por un instante, tomo aire y suspiro. Lo acaricio lentamente, la luz invade mi rostro, iluminando mi ser. El discurso comienza, hablo en un idioma antiguo. Él más hermoso, un idioma sin palabras. Cada sonido tiene una interpretación única e irrepetible, un idioma tan poderoso que me hace dejar de ser yo solo. Y paso a formar parte de todos, me aferro fuertemente a sus corazones, los invado con un sentimiento efímero que salpica su espíritu. Haciéndoles partícipes de lo que realmente es la felicidad, me sumo en un sueño profundo y ellos conmigo. Me altero y me siguen, en un río de sentimientos mi rostro empalidece. Y la melancolía me absorbe, observo sus rostros y percibo que ellos sienten lo mismo , una conexión mágica. A cada uno de mis sentimientos , le responde uno de los suyos. Por un momento somos un todo, antes de volver a ser un nada. Cesan las emociones y el mundo guarda silencio de nuevo, noto como se acalla mi alma. Y todos con ella, lo acaricio suavemente por última vez, antes de terminar el discurso. Se hace el silencio, un silencio incomodo. Que nos desconecta y nos deja solos, yo vuelvo a ser yo. Y ellos vuelven a ser ellos, pero la sensación de formar parte del todo. Se queda en el ambiente, y perdurara por siempre. En sus corazones, y en el mio.

Efímera hermosura

En un mundo sin colores,
encontré un campo de flores,
todas llenas de emociones,
deseos y pretensiones,
de amargura u obsesiones.

Entre ellas una destacaba,
rosa era su nombre,
su poder enorme,
tan bella y lúgubre,
como un eclipse lunar,
ella me hacía suspirar.

Cuando fui a verla el otro día,
parecía entristecida,
sus pétalos se marchitaban,
y junto a mis lágrimas se ahogaban,
su belleza había espirado,
y yo estaba allí postrado.

En un momento de pasión,
esa flor dio una lección,
vive fervientemente,
pues nada dura eternamente.


Confesiones de una moneda

Soledad sonora en un mundo en silencio, pasos vacíos en un mundo lleno. Demasiado lleno, sin apenas espacio para algo diferente. La claustrofobia se apodera de mí, y me impide ser lo que soy. Como en una moneda, tengo doble cara. Ni yo se cual es la verdadera, las dos son igual de reales. Igualmente mías, caras opuestas de un mismo ser. Un ser menos tangible y perceptible que el silencio que le rodea, un alma afligida por ese sentimiento de falsedad. Que le acompaña, y conforma lo que es. Una canción sin letra, sin ritmo, sin eco. Sigilosa en si misma, triste y apagada como la vida que llevo. Anhelo aquel recuerdo, aun no era moneda. Sino carta, y jugaba. Recuerdo la melodía, es lo único que conservo de aquellos días. En  los que la música me cubría, y me hacia sentir que existía. Un mero recuerdo es todo lo que poseo, una nueva sintonía sería el mayor de los regalos que este sofocante espacio podría darme. Pero una vez que eres moneda, el mundo apuesta contigo. Sin importarle si te pierde, tus dos lados te acompañan por el abismo imperecedero. Y vagas moribundo por un estrecho sendero, siempre en silencio. Intentando recordar lo que un día fuiste,  para olvidar lo que hoy eres.

martes, 3 de marzo de 2015

Dolor púrpura


Entonces lo sabes, cuando ese escalofrío recorre tu columna. Cuando un calor sobrecogedor se agarra a tu pecho impidiéndote respirar, y sientes que la única realidad existente es la que estas viviendo en ese momento. Y tu perspectiva cambia, nublándose para siempre , como la luna cubierta de una espesa capa de nubes , hundiéndote en la noche. El tiempo se detiene y por un momento piensas que la eternidad es realmente eterna, y que tu eres eterno con ella. Olvidas lo efímera que es la vida, tu mente se cobija en inagotables temas, que al fin y al cabo son el mismo. El tiempo es tan amplio que se siente infinito, entrecortas la respiración y cada vez te es más difícil sostenerte. El corazón te late deprisa, te sientes frágil. Un dolor intenso envuelve en una llama púrpura tu corazón , un sufrimiento casi indescriptible. Que te estremece como si saltases a un vacío sin fin, hundiéndote para siempre. Y de pronto el tiempo vuelve a ser el que era, y el mundo te acoge de nuevo. Pero ese sentimiento vagará errante por tu alma, hasta el fin de los tiempos. Jamás podrás olvidar lo inolvidable. 

lunes, 2 de marzo de 2015

La nostalgia que arropa mi corazón


Este relato esta ligado al anterior , ambos tratan la misma temática...

El desamparo es mi vida y la añoranza mi noche, me sumo en un encierro melancólico. Aislado de cuanto ansío, de cuanto amo. La presencia del crepúsculo se cierne sobre mis esperanzas, siento que rebasa mis límites y me hunde en un mar de angustia y aflicción. Sumido en mi congoja persisto en este suplicio, en esta duda, y quien sabe por cuanto tiempo. Solo pienso que calvarios me acontecerán próximamente , que será lo que me angustie mañana.Y no avanzo, solo me hundo, más , y más. En lo más profundo del abismo en el que existo, y empiezo a temblar . Suspiro por última vez antes de saber con certeza absoluta lo que el futuro me acontecerá, sin apenas un atisbo de esperanza. Pero aun así sigo aquí, ¿porqué no desisto? Ya no me queda nada, esta soledad me envuelve y me destruye, como ácido sobre la más sensible de las pieles.Consumiendo hasta mis más profundas convicciones, mis mayores añoranzas se han perdido en este vacío cruel y eterno. Me consumo, y poco a poco voy desapareciendo. Para que seguir aguantando este sufrimiento infrahumano, es la hora. Con mi último aliento puedo divisarla en el horizonte, es ella, a la que todos temen. Pero yo no siento temor, me embriaga con su presencia, y me sumo en una paz interior que nuca antes había sentido. Como en el más cálido de los sueños que todos dicen tener, y yo nunca pude. Tal vez lo que hice no estuvo bien, pero quien va a criticarme ahora. Nada de eso importa ya, supongo que estaba harto de ser una marioneta sujeta por los hilos de este mundo de perversiones. Ahora podré descansar en paz...al fin.

domingo, 1 de marzo de 2015

Mi fiel amiga

El día es tenebroso y sombrío , la inseguridad envuelve mi corazón . Pero camino, aunque camino despacio y sin rumbo cierto . Me dejo llevar por este frío nocturno, sin miedo . El ansia inunda mi ser , no hayo sentido a esta incertidumbre que camina conmigo de la mano. Sin soltarse nunca, pero sigo avanzando . Hace frío, mucho frío. Siento como penetra dentro de mi alma, nublando lo que soy, lo que siento. Pero no desisto, continuo. En una especie de  oscuro espejismo atisbo un trozo de esperanza, no, no es real . Mi imaginación me juega una mala pasada , pero no me paro . Persisto en mi afán de seguir, la lluvia cala mi corazón y siento como se deshace y sucumbe al vacío. Tan solo veo oscuridad, y me doy cuenta de que he perdido el rumbo . La tormenta y la noche se ciernen sobre mí, estoy exhausto. Noto como empiezo a perder la noción del tiempo , de las cosas, el color desaparece y todo queda a oscuras. Es el fin... no, me levanto. Pero mis piernas no responden y caigo, no importa. Me arrastro, como la más miserable de las alimañas que poblan este mundo. Sollozo, pero sigo avanzando.¿Que importancia tiene todo ahora?¿Que era y en que me he convertido? No me detengo, sigo arrastrándome hacia un vacío incierto. Lo he perdido todo,¿acaso esto se ha acabado?...espera, aun hay algo. Me sostiene de la mano, lo sabía . Sabia que no me abandonaría...incertidumbre, tu eres todo lo que me queda.